THE WILD FEATHERS       2013

Son la nueva sensación del rock americano de raíces. Vienen de Nashville, a donde se mudaron para empaparse del ambiente musical de aquella ciudad. Son muy jóvenes y empiezan bien, ya que el disco suena de fábula y entra a la primera. Uno de sus puntos fuertes son las armonías vocales, en la más pura tradición de The Eagles, por ejemplo. Su espectro de comparaciones incluiría también a The Black Crowes, Tom Petty, The Band o The Jayhawks, pero también confiesan haber mamado mucho de The Rolling Stones, y de "Exile Of Main Street" en concreto.

Grandes canciones, guitarras abundantes y variadas, excelente producción y un sobresaliente trabajo de management que los ha llevado a abrir para mitos como Dylan o Willie Nelson, con lo mediático que eso supone. Tuvieron un frustrado contrato con Interscope, pero fue finalmente Warner quien se los llevó y creo que han acertado de pleno. Seguro que oiremos hablar de ellos.

TODD WOLFE BAND          "Miles To Go"     2013

Este neoyorkino lleva desde el 79 tocando música, primeramente como asalariado con otros artistas que incluyen a Carla Olson y Sheryl Crow entre otros. Y precisamente tras dejar la banda de esta última, en 1998, como artista en solitario o con su propio grupo. Como compositor también se ha acreditado en álbumes de otra gente, Stevie Nicks entre ellos. "Miles To Go" es su octavo disco y donde demuestra que su aptitud sigue intacta.

La "band" se reduce a trío, formándolo Justin Gardner al bajo, Roger Voss a la batería y el propio Wolfe a la voz y guitarra. Pero se acompañan de un organista, un armonicista y una corista, para dar más empaque a los temas. El álbum tiene alma de blues y sureño. En este sentido, "Stay With Me" sería lo más representativo de lo primero y "Sunnyvale" de lo segundo. Pero el rock está muy presente en su sonido, "Againt The Wall" es la prueba de ello. Y también hay una capa de barniz country, palpable en tema como "Valley Of The Kings", "Day To Day" o la acústica "I Stand Alone". Y un par de versiones, la poco conocida "The Inner Light" de George Harrison y, por el contrario, la popular "Forty Four" de Howlin´Wolf, excelentemente interpretada, por cierto. Por probar, hasta hace un guiño al reagge en "Come What May".

Exquisito trabajo de todos los músicos, pero sobresaliendo el propio Wolfe, no solo por sus refinados solos, también en el aspecto vocal.

JACK BRUCE    "Silver Rails"    2014

Después de la ida de olla de Spectrum Road, Jack Bruce vuelve a sus cabales y nos ofrece un bonito álbum para el que vuelve a contar con la percusionista Cindy Blackman (ex-Lenny Kravitz y actual esposa de Carlos Santana) y el teclista John Medeski, aparte de un ramillete de guitarristas invitados entre los que se hayan Phil Manzanera, Bernie Marsden o su propio hijo Malcom Bruce.

Posee una dilatada carrera en solitario con más de una docena de discos y un sin fin de colaboraciones y proyectos, pero sigue siendo recordado sobre todo por su alianza con Clapton y Baker en Cream, banda icónica que pese al corto espacio de tiempo que estuvo en vigor, creó escuela e hizo historia. Por eso nos alegramos de que Bruce recupere en cierto modo la esencia de la vieja banda en algún pasaje de su nueva obra, como es el caso de la bluesy "Rusty Lady", en la que interviene su viejo amigo Robin Trower (con quien tiene varios álbumes conjuntos).

Este setentón, que ha tocado todo tipo de estilos, se fue a los estudios Abbey Road para gestar "Silver Rails". El resultado es una amalgama de sonidos en los que las guitarras curiosamente no tienen especial protagonismo pese a la talla de los músicos, más allá de la rockera "No Surrender" o el cameo de Uli John Roth en "Hidden Cities", donde una voz femenina dobla la de Bruce.

También encontramos ritmos suaves, casi reagge en "Candlelight", blues con solo de saxo en "Reach For The Night", y "Don´t Look Now" es verdadero soft-rock. Hay metales aquí y allá, bajos distorsionados y llenos de efectos en "Drone", y una balada solo para voz y piano denominada "Industrial Child". Un álbum agradable y con la calidad que se le presupone al artista.

                                                            con Cindy Blackman

JOHN WESLEY     "Disconnect"     2014

Secundario de lujo, conocido por su trabajo para Porcupine Tree y Fish, John Wesley tiene su propia carrera en solitario desde 1992, siendo este su séptimo álbum. Como guitarrista que es, "Disconnect" es un disco con mucha guitarra. Los tema son menos intrincados que Porcupine Tree, incluso con algunas estructutas pop, aunque el ambiente neo-progresivo a lo Pinneapple Thief o Dear Hunter está muy presente. Pero son las guitarras las auténticas protagonistas, toneladas de ellas, cientos de solos, nada de teclados. A veces más fieras como en "Any Old Saint", otras más relajadas como en "Mary Will", pero omnipresentes, llegando a restar cancha al resto de instrumentos. De voz tampoco anda muy sobrado nuestro amigo, por eso hay que quedarse con su trabajo a las seis cuerdas. 

Colabora Alex Lifeson, de Rush, en un tema.

PANIC ROOM       "Incarnate"      2014

Para la grabación de su cuarto álbum, la banda británica ha tenido que sobreponerse a la marcha de su guitarrista y fundador Paul Davies, encontrando en Adam O´Sullivan  su sustituto. Músico diferente, su contribución supone un ligero cambio en el rumbo de la banda, con arreglos y tendencia más hacia el jazz ("Nothing Now") o el blues ("All That We Are"). Alguien los ha definido como prog-melódico, es una buena definición. Yo añadiría pop, sobre todo por algunos esquemas ochenteros de bandas como U2 en "Start The Sound". También "Waterfall" es un tema que entra fácil, muy popie, con recuerdos de Supertramp. En el lado rock tenemos la inicial "Velocity", de bonito riff, o la progresiva de exóticos teclados "Incarnate", dos de los temas más destacados. Aunque mi favorita es "Into Temptation", donde toda la banda brilla, sobre todo los grandes teclados de Johnathan Edwards y el Fender Rhodes. La voz de Anne-Marie Helder puede a veces empalagar de tanta dulzura y melodía. Me recuerda constantemente a la de su ex-compañera en Mostly Autumn Heather Findlay, aunque esta ponía más garra y caracter cuando la cosa lo requería. Aun así, es una de las características principales de Panic Room

La base rítmica está formada por el bajista Yatim Halimi y el batería Gavin Griffiths (también ex-Mostly Autumn y ex-Fish) y ofrecen garantías de una gran labor. Es un álbum con mucha luz, pero también con oscuridad como en la casi gótica "Dust", con la que cierran su, para mí, mejor trabajo hasta el momento.

THE WIDOWBIRDS         "Shenandoah"   2011

Mientras esperamos la llegada de su nuevo álbum recién editado, vamos calentando motores rescatando el debut de estos magníficos auntralianos encabezados por el ex-Oh La La Simon Meli. Más basado en los sonidos acústicos que su anterior banda, Meli da una lección de como tiene que ser un vocalista con clase, una mezcla entre Rod Stewart, Steve Marriott y Chris Robinson.

La música de The Widowbirds recuerda a la de los Zeppelin más acústicos y folkies, camina por senderos del blues, el rock sureño y el country. De raíces, que llaman. También se dejan notar algunos detalles de la sicodelia de los sesenta y del rock clásico y stoniano. Pese a que en su formación no figura ningún teclista, el Hammond tiene un especial protagonismo. Pero son las guitarras acústicas (sin desmerecer algunas eléctricas y jugosas slide) y la cálida voz de Meli, las que llevan el timón.

Pulgar en alto y expectantes ante su inminente nueva obra.

BLACK CRIPPLED PHOENIX             "White Light Generator"  2014

He leído críticas que los culpan de acomodados, pero a mí me parece otra excelente obra de esta imaginativa banda. Formados en 2004, "White Light Generator" es su séptimo álbum para el que estrenan vocalista en la persona de Daniel Anghede, aunque su líder sigue siendo el multi-instrumentista Justin Greaves, a quien quizá conozcas de otas bandas como Electric Wizard o Iron Monkey. Black Crippled Phoenix es la salida a su vena más progresiva y oscura. Algunos lo etiquetan como macabre/stoner/doomy/progresive-rock. Bueno, un poco de todo hay, pero si lo emparejamos con, por ejemplo, los Pink Floyd de la época "Meddle", estaremos más cercanos. Piensa también en Hawkwind o incluso Opeth o Anathema, con esos ritmos cadenciosos y ondulantes y esas exóticas escalas, con restos de acid-rock y sicodelia.
El vinilo está dividido en "white side" y "black side", siendo, en general, la "white" más rockera y la "black" más atmosférica y oscura. Utilizan una ámplia variedad de instrumentos, algunos tan poco relacionados con el estilo como son el banjo o el dobro, aunque siempre en pequeñas dosis. Sin embargo, de teclados y sintetizadores van servidos, lo mismo que de guitarras de todos los palos, desde solos Gilmourianos a pesados riffs en plan doom. Igualmente, la tarea de bajo y batería no es moco de pavo, su aportación en el desarrollo de los, por lo general, largos temas es básica. Del mismo modo que el piano de Daisy Chapman añade melancolía y distintos efectos y samples que sugieren incluso trompetas. La voz del nuevo miembro está a la altura, a veces vigorosa y otras susurrante, luces y sombras. Como la música.
Otro paso más hacia adelante de una de las bandas más interesantes del panorama progresivo actual.

WILKO JOHNSON & ROGER DALTREY       "Going Back Home"        2014

 Ni siquiera un cáncer terminal puede con el humor, la entrega y la energía del gran Wilko Johnson. Lejos de autoderrotarse, el diagnóstico de la enfermedad le mete prisa para grabar un nuevo álbum y salir de gira. ¿Por última vez?. Nunca se sabe con tipos tan tercos como este.
Para el disco se alía nada menos que con Roger Daltrey, de The Who, y lo editan a través de Chess Records. Casi nada. Grabado en solo siete días, prueba evidente de que cuando la química entre músicos surge, no hacen falta muchos rodeos.Además los temas estaban hechos, ya que se trata de viejas canciones del repertorio de Dr. Feelgood y de Wilko en solitario, más una versión de Bob Dylan. Así que ya sabes lo que te espera, una ración de poco más de media hora (cortito pero intenso, como los de antes) del más puro rythm & blues y rock´n´roll interpretado con pasión y entrega como si de unos principientes se tratara, aunque con el grado supremo que da la veteranía. Si Johnson está inmenso con la guitarra, como siempre, Daltrey no le va a la zaga con su vozarrón en perfecto estado de forma. Y asimismo, la banda, con Norman Watt-Roy (The Blockheads) al bajo, Dylan Howe (Style Council) a la batería, Mick Talbot (Dexys) al Hammond y piano, más el armonicista Steve Weston, son el engranaje perfecto para este discazo que ojalá no sea el último de la carrera de este animal del rock´n´roll. ¡Johnson forever!.