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sábado, 1 de marzo de 2014

TRANSATLANTIC    "Kaleidoscope"   2014

Que miedo nos entró cuando, tras  los dos primeros álbumes, el paso de los años nos parecía indicar que no habría más Tranatlantic. Suerte que fue solo un susto. "The Whirlwind" los trajo de vuelta (¡y que vuelta!) y aquí están de nuevo con otra magna obra solo al alcance de su genialidad. "Kaleidoscope" no es ni mejor ni peor que cualquiera de sus predecesores. Es uno más, pero eso no es decir poco, el listón de este grupo está tan alto que sólo llegar a él ya supone grabar otra obra maestra.
"Into The Blue" abre el álbum con sus 25 minutos de ingredientes clásicos de la banda, con un poco (o un mucho, dada la envergadura) de cada banda de cada miembro, pero sobre todo de la Neal Morse Band y The Flower Kings. La novedad la pone la parte vocal de Daniel Gindenlöw, de Pain Of Salvation, quien ya acompañó a la banda en sus directos de 2010 y que solía hacerlo también con The Flower Kings. Lucimiento de todos, uno por uno o en conjunto. Sin embargo no es el tema que más estremece. "Shine", que ya conocíamos de su video de adelanto, es superior. Son solo siete minutos, pero es un temazo. Lento, con preferencia de acústicas, melodías a lo Beatles, algún detalle exótico y un memorable solo de Stolt. Igualmente "Black As The Sky" es tremenda. Rockera, con una gran linea de bajo, Portnoy en su salsa y muchos recuerdos de Spock´s Beard. Aquí no hay cambios de ritmo y en directo sonará genial. "Beyond The Sun" es el tema lento de Morse. En su linea mística y pasional. El cello pone un punto más de dramatismo a la sentida voz de Neal. No hay percusiones, solo el cello, piano y un poco de pedal-steel a cargo de Rich Mouser.
"Kaleidoscope", el tema de 32 minutos, abarca casi la mitad del álbum. Dividida en varios movimientos, "Overture" es genial, en su estilo pero diferente, no suena a nada anterior como sí ocurre en "Into The Blue" o en el siguiente movimiento, "Ride The Lightning" (nada que ver con quien estás pensando). Es muy posible que cada compositor cante su extracto. Así, "Black Gold", interpretada por Roine, suena mucho a su grupo, aunque deja detalles propios del jazz. Y "Walking The Road" por Trewavas, a Marillion. Al menos en su comienzo, con el bajo bien presente, porque el final con el cello y la guitarra de Stolt es sublime. De lo mejor.
También al principio de "Desolation Days" Morse parece vestirse de Cat Stevens, para luego sonar a sus composiciones típicas. Lo compensa el último movimiento, "Lemon Looking Glass", una orgía instrumental increible.
Pero, como en la teletienda, ¡aun hay más!. Un segundo CD nos ofrece ocho versiones de clásicos del género donde los chicos ponen de manifiesto sus gustos. Desde Yes hasta Elton John, pasando por Moody Blues, Procol Harum, Focus.... Y todos no solo los dignifican, sino que me atrevería a decir que incluso los superan, como es el caso del "Tin Soldier" de Small Faces que en sus manos queda genial. O en "Indiscipline" de King Crimson, donde Portnoy disfruta como un bebé. Magistral.



TRANSATLANTIC             Sala "La Riviera", Madrid, 27-II-2014

Me dio la impresión que, aun siendo una buena entrada, metieron menos gente que en 2010. ¿La crisis?. Portnoy se mostraba contento de estar allí de nuevo cuatro años después (¡buena memoria!), pero entre medias él se ha caíado por la capital al menos otras dos veces, Neal Morse Band y Winery Dogs.
Y otra vez dieron un recital espectacular. Mejor complementado con luces y sobre todo la pantalla trasera, musicalmente volvieron  a mostrarse catedráticos, la consecuencia lógica de unir a cuatro fuera de serie. Piel de gallina durante las dos horas y cuarenta minutos que duró el show. Sin intermedios, de seguido.
Ante la baja de Daniel Gindenlöw han reclutado de Ted Leonard (Enchant, Affector, Thought Chamber) como quinto músico de apoyo con guitarras, algún teclado, coros e incluso su parte solista.
Morse y Portnoy tienen una química especial. Parece mentira que dos tipos tan diferentes entre sí congenien de esa manera cuando de hacer música se trata. A Mike se le vio cómodo, bromeando constantemente con las primeras filas, tocando de pie o incluso desde fuera de su kit y siempre dando una lección de como se toca una batería. Una bestia, tanto de pegada como de técnica.
Morse es el otro epicentro del grupo. Simpático y elocuente o místico y regio según lo pida el momento, soberbio a los teclados, guitarra acústica y, por supuesto, a la voz.
Pete Trewavas en su papel secundario aunque tiene una parte vocal en "Kaleidoscope" y su bajo siempre sonando firme y equilibrado. Curiosa pareja la que hacen Trewavas y Portnoy a la base rítmica.
Y Roine Stolt, ahí está. Tampoco da la nota como Mike, está más cerca del comedido Pete, pero su trabajo con las seis cuerdas es estratosférico. Siempre me ha parecido un guitarrista tan genial como infravalorado, no solo en Transatlantic, sino también en The Flower Kings.
Descargaron practicamente todo el nuevo álbum, nos recordaron lo grande que fue "The Whirlwind" y volaron a su pasado más iniciático con "My New World", "All Of The Above" o "Stranger In Your Soul". Largos e increibles desarrollos instrumentales, mucho rock e interacción con el público, pero también momentos profundos y sentidos como "Shine", destinada a convertirse en fija en futuras giras, o la preciosa "We All Need Some Light", cuya emotividad crece si tienes a un amigo pasándolo realmente mal en estos momentos, como es mi caso, y del que me acordé mientras la escuchaba.
En definitiva otra lección de como hacer del rock progresivo, ese género que muchos tachan de aburrido y pretencioso, algo fresco, vibrante, divertido y emocionante. MÚSICA,  así, con mayúsculas. Y quien no lo quiera entender, allá él.






ASFALTO      Teatro Carrión (Valladolid)   28-II-2014

 Este concierto empezó mal desde que fue aplazado el día 2 de enero por, supuestamente, escasa venta de localidades. Casi dos meses después no es que la cosa mejorara mucho, apenas 100 personas. Aforo que en una sala pequeña y acogedora bastaría para arropar al grupo y dar calor al concierto. Sin embargo, en el marco del patio de butacas de un teatro rancio y obsoleto, daba la impresión de desangelado y frío. Y lo peor es que esa temperatura se contagia a la gente que apenas se mueve de sus asientos solo para aplaudir timidamente. Incluso el frío físico llegó a aparecer.
Pero es que encima del escenario tampoco hicieron mucho por cambiar esa tendencia. Julio Castejón había logrado cuajar una buena banda cuando editaron el DVD "Al Fin Vivos" y nos visitaron hace cuatro años en Porta Caeli. Pero ha cambiado entera (y no con buenas formas al parecer). Ni siquiera el retorno de Jorge G. Benegas parece dar brillo al grupo. La sección rítmica no pasa de lo correcto y a la guitarra y flauta lo acompaña su hijo Paul, con un look extraño y sin destacar en ningún momento. Por ello Julio se lleva todo el protagonismo, pero hasta él parece cascado. Tener que leer la letra de alguna de las canciones o equivocarse en una estrofa de "Capitán Trueno" parece grave. Que me sepa yo la letra mejor que su creador tiene delito.
Se mostró dicharachero y simpático como siempre, en eso estuvo impecable, con la caballerosidad que le distingue. Para colmo, problemas técnicos terminaron de empañar un recital que, por repertorio, debería haber sido memorable. Celebrando los 40 años y sin nuevo material que ofrecer, repasaron todas sus épocas y pudimos escuchar alguna de las que rara vez caen, como "Joven Ruso" o "La Otra María". Entre lo más rescatable estaría la nueva dimensión de "Déjalo así" o "Mujer de plástico", la emotividad de "El viejo" o la declaración de principios de "Más que una intención".
Siempre echaremos de menos que no suenen "Nada, nadie, nunca", "Bufalo Vil" o "La paz es verde", pero parece que de la etapa rockera junto a Miguel Oñate pasaran de puntillas.
Evidentemente "Ser urbano", "Días de escuela" o "Rocinante" son caballos ganadores e infaltables, pero esta vez eso solo no bastó para subir la nota de un concierto mustio en un recinto inapropiado.





CARAVAN     "Paradise Filter"   2013

El regreso de la veterana banda a los estudios, diez años después de su última obra. Pero Caravan no han tenido largos paréntesis, manteniéndose más o menos activos en directo. Lamentablemente, el batería y miembro fundador Richard Coughlan, falleció antes de la grabación. La emotiva "Farewell My Old Friend" parece dedicada a él. Se mantiene solamente el guitarrista y cantante de reconocible voz, Pye Hastings desde sus inicios, allá por finales de los sesenta. Aunque Geoffrey Richardson e incluso Jan Schelhaas llevan tanto tiempo en el grupo que casi se les puede considerar miembros de la formación clásica. Hombre, este último menos, ya que sustituyó a Richard Sinclair, quien fue un pilar básico en sus inicios y que tras su marcha el sonido del grupo derivó más hacia el soft y pop rock.  Coetáneos de Camel, con quienes han intercambiado miembros, son los abanderados del sonido Canterbury, una especie de rock progresivo con influencias del folk y el jazz. Otro grupo asociado a esta escena fue Soft Machine, aunque Caravan siempre apostaron más por las melodías que ellos.
El distintivo marchamo Caravan permanece intacto en esta nueva entrega. Sonido suave y delicado, relajado pero precioso y de una calidad musical sobresaliente. Todos los temas rondan los 4 minutos, salvo un par de 6. Han huído de las largas suites, pero aun así suenan muy reconocibles y agradables.





MICHAEL SCHENKER´S TEMPLE OF ROCK    "Bridge The Gap"  2013

Bajo este nuevo apelativo, dando continuidad  a su anterior álbum de igual nombre, el rubio alemán vuelve a la palestra para entregarnos uno de sus mejores discos de los últimos años. 
Si en "Temple Of Rock" contó con una pléyade de ilustres invitados, en este se rodea de una banda estable en la que además de su fiel escudero Wayne Findlay, se ha agenciado la clásica sección rítmica de Scorpions, Herman Rarebell y Francis Buchholz, con quiene ya grabó "Lovedrive" en el 79. Y añade a Doogie White a la voz, cuajando un estupendo trabajo, por cierto.
Schenker vuelve la mirada a los ochenta, a sus inicios con el MSG y da en la diana. Parece mentalizado en los últimos años en homenajear a los pioneros del heavy-rock, y eso le honra. Pero a quien realmente suena es a él mismo y se lo agradecemos enormemente. Una combinación de temas veloces con otros más a medio tiempo en la onda Rainbow o Dio, donde su Flying V se despacha a gusto y donde White brilla con su estilo de la vieja escula. Momentos muy inspirados como "Because You Lied" o como "Horizons", que de haber estado incluidas en "Assault Attack" serían a día de hoy otros de sus clásicos.
Para disfrutar rememorando aquellos maravillosos años, pero con el presente muy presente, valga la "rebuznancia".





NO SINNER   "Boo Hoo Hoo"  2013

Otro sorpresón esta banda de blues y rock clásico encabezada por la sensual y maravillosa voz de Colleen Rennison (Rennison, al revés, es No Sinner). Originarios de Vancouver y con algún miembro de Black Mountain en sus filas, estos van por derroteros más clásicos, con el blues y el soul como base pero con el rock de guitarras muy presente. En la linea de bandas con grandes vocalistas femeninas como Alabama Shakes o Trampled Under Foot, con quienes tienen mucho en común.
Es su debut y suenan poderosos y con una gran producción estilo vintage pero fresca y actual. Temas rockeros, otros más blues y algún baladón. Grandes composiciones propias y alguna versión. Corto (38 minutos, algunos lo llamanEP), pero intenso y sabroso. Dicen que "Boo Hoo Hoo" captura toda la pasión e intensidad de sus directos, pues ¡¡ aver si vienen para comprobarlo!!. Buenísimos.





PAUL RODGERS     "The Royal Sessions"    2014

Siempre es un placer encarar una nueva grabación de este hombre porque sabemos de antemano que no nos va a fallar. La calidad de sus trabajos es incuestionable, incluso su criticado paso por Queen dejó (obviando el hecho de si encajaba o no en dicha banda) su impronta.
La carrera en solitario del ex-Free no es muy prolífica, se podría decir que edita álbumes de vez en cuando por puro placer. Y este no es una excepción, se trata de una colección de clásicos del blues, el soul y el rythm & blues, que Paul ha grabado en los históricos Royal Studios de Memphis, junto a los músicos que tocaron en los grandes hits que salieron de esas cuatro paredes desde los sesenta. Grabado en directo en el estudio y en formato analógico, Rodgers confiesa haberse emocionado al verse en semejante santuario por donde pasaron aquellos ilustres que tanto le influenciaron cuando era joven.
Tenemos pues, el lado más soul de esta prodigiosa garganta, sin duda una de las más grandes de la historia. Bravo, Paul.





SAMANTHA FISH     "Black Winds Howlin´"    2013

22 añitos, nativa de Missouri y con un premio "Blues Music Awards" en la categoría de "Best New Artist Debut" en 2011 con su primer álbum. No está nada mal para empezar, ¿no?.
También la conocíamos de su participación en el "Girls With Guitars" junto a Casey Taylor y la estupenda Dani Wilde (que pasó por Valladolid completamente desapercibida, menos para el que suscribe, que disfrutó de un concierto casi en exclusiva para él). También hizo un cameo en el "Turquoise" de Devon Allman el pasado año.
 Para el segundo disco de rodea de medio Royal Southern Brotherhood, con Mike Zito produciendo, componiendo un tema a medias e incluso tocando alguna parte. Versionea el "Who´s Been Talking" que popularizó Howlin´Wolf y los otros diez temas son propios.
Estupendo blues-rock el que nos ofrece esta belleza que toca y canta como los ángeles (negros y de cuero). Paul Thor canta solista en "Go To Hell" y la armónica de Johnny Sansome te derretirá de placer si además va acompañada de una slide virguera, caso de "Sucker Born". Algún guiño country en todo el disco hasta que la deliciosa "Last September" cierra a ritmo del mejor estilo americano.
Encantados estamos de esta nueva generación de blues-women. ¡¡Que salgan más!!.






THE FLOWER KINGS   "Desolation Rose"    2013

Con los Flower Kings me pasa un poco como con Dream Theater, ¡¡ya no sorprenden!!. Están como atascados repitiendo una y otra vez la misma fórmula. ¡Y mira que he sido fan de las dos bandas !, pero ultimamente sus discos me pasan sin pena ni gloria. De los suecos, hasta "Unfold The Future" me parece una discografía impoluta, pero a partir de ahí perdieron la capacidad de sorprender, de crear. Y así siguen, ni siquiera el parón de 5 años les devolvió la chispa, y si "Banks Of Eden" no me dijo nada, "Desolation Rose" sigue el mismo camino.
Y como aquel, aquí también me pasa que el bonus disc de la edición limitada me parece infinitamente mejor que el principal. De este, solo salvo "White Tuxedos" por salirse de la norma y aportar frescura y novedad. También "The Resurrected Judas" y "Dark Fascist Skies" por contener alguno de los momentos mejores y más brillantes.
Pero es que el disco adicional es buenísimo. Los ocho minutos instrumentales de "Interstellar Visitations" son de lo mejor que nunca han hecho y lo mismo se puede decir de la corta "Wailing Wall" o la excelente "Badbeats" y sus coqueteos con el jazz.
Da la sensación de que aquí están liberados del corsé de su propia marca y se dejan llevar... Y es ahí donde surge la magia. Son cortes instrumentales pero de una calidad supina. No lo dudes, si te vas ha hacer con él, que sea la edición especial con doble CD.
Otros que han grabado en analógico y en directo en el estudio con instrumentos vintage como el Hammond B3, Fender Rhodes, Mellotron M400 o Minimoog.


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